Un libro sobre Jardiel y el amor, ¿pero no decía el tópico que su abuelo era un misógino?
Lo dice el tópico y es mentira. Jardiel amaba muchísimo a las mujeres en todas las formas en las que se presentan (como madres, hermanas, hijas, parejas constantes y amantes esporádicas). Siempre vivió rodeado de ellas y tan a gusto. Lo que sucede -y él mismo lo dijo muchas veces- era que las mujeres honradas, buenas y listas son muy aburridas cuando aparecen en la literatura. Por ello, en sus novelas y comedias presenta siempre a mujeres totalmente despreciables e impresentables, que dan más juego a la hora de inventar situaciones extremas, como a él le gustaban. Por otra parte, sí es cierto que, aunque decía que los hombres eran más repugnantes que las mujeres, tenía una idea pésima del género humano en general. Lo que pasa es que ante estas afirmaciones, los hombres no se han quejado nunca y las mujeres sí lo han hecho.
¿De dónde provienen estos relatos?
Principalmente de Buen Humor y Gutiérrez, dos revistas humorísticas de los años veinte en las que Jardiel colaboró asiduamente junto con Ramón, Neville, Mi-hura, Tono, López Rubio y otros. Estos escritos quedaron fuera de sus Obras completas y nunca se han vuelto a editar, por lo que son material completamente desconocido para los jardielistas.
¿Por qué no se habían reunido y publicado antes?
Hay tres razones. Una es que Jardiel, al supervisar sus Obras completas, se dejó fuera muchos de estos relatos por considerarlos obras de juventud y quizá no de tanta calidad como las cosas que escribió más tarde. Pero ésa era su opinión: el lector puede considerar que sí son textos dignos de conocerse y que no merecen desaparecer sin más. Otra razón fue el espacio: el editor no le permitió publicar todo, sino que le hizo elaborar una selección limitada de todos esos textos publicados en revistas, que eran más de mil. Y una última causa: Jardiel no tenía copia de todos los escritos que publicó. Recopilarlos todos, de una revista que apareció durante once años y que ya estaba desaparecida, era tarea difícil y no me extraña que le diera pereza llevarla a cabo.
¿Queda mucho material por salir a la luz? ¿Debe publicarse todo?
Debe salir todo, pues aunque haya entre él alguna pieza menor, otras muchas siguen siendo de gran calidad. Además, es interesante poder estudiar a un escritor en todas sus fases creativas y ver cómo su estilo y temática van cambiando. Las piezas de juventud de Jardiel serán menos perfectas que las obras de madurez, pero tienen una originalidad vanguardista muy meritoria, aparte de una frescura increíble. En cuanto al material de este tipo que queda por salir a la luz (y que pronto lo hará), podemos adelantar que se trata de otros cinco o seis volúmenes de trabajos cortos, semejantes a éste, y que irán apareciendo en los próximos meses.
Para los no iniciados en el mundo de Jardiel Poncela, amor se escribe sin hache. ¿Puede explicarlo?
Es la tesis de su primera novela grande, en donde el autor juega con el concepto de que todas las cosas importantes en el mundo se escriben con hache (la humanidad, los hijos, los hermanos, el hogar, el honor, la honradez, el heroísmo, el hacer, el hablar y otras muchas cosas). Pero el amor no tiene hache, por lo que Jardiel insiste en que no es tan crucial como nos parece y que no debemos dedicarle tanto tiempo en nuestra vida.
En El amor es un microbio encontramos aforismos, obras de teatro, memorias adánicas en la línea de Mark Twain, manuales de psicología, piropos y contrapiropos…. ¿el Jardiel veinteañero de estos textos ya era un todoterreno?
Completamente. Su capacidad creativa era inmensa. En esta colección no se hallan todas las innovaciones literarias que llevó a cabo, todos los experimentos estilísticos que hizo con gran éxito. Hizo mucho más. Aquellas redacciones eran como laboratorios de ideas en los que se incitaba a los autores a que se superaran cada semana, escribiendo algo todavía más atrevido que en la anterior. Además, se nutrían unos de otros, lo que dio como resultado una producción cómica de primerísima calidad. Recuérdese también que Jardiel —aparte de su producción humorística— escribió también en esos años novelas de misterio, de terror, de aventuras, escritos infantiles, poemas de sátira política y otras muchas cosas, hasta prospectos de medicinas, como él mismo confesó.
En el Teatro María Guerrero de Madrid se estrenó en noviembre Jardiel, un escritor de ida y vuelta, un homenaje al autor y su obra. ¿Cree que esta década del siglo XXI pondrá por fin a su abuelo en el sitio que le corresponde en la Literatura española?
Creo que es un autor que no pasa de moda y que sigue gustando a los jóvenes. Si sus comedias no se representan en demasía se debe tan solo a que el alto número de personajes las hace caras de producir. Pero una vez puestas en escena, siempre triunfan. Sus novelas no dejan de venderse y ahora se está pudiendo acceder también a sus escritos breves. Creo que es un autor que perdurará en el tiempo.
¿Qué próximos libros sobre Enrique Jardiel Poncela piensa publicar?
Ya escribí un ensayo sobre su dramaturgia (El teatro de Jardiel Poncela. El humor inverosímil) y otro sobre su contribución al séptimo arte (El cine de Jardiel Poncela). Para completar los estudios, saldrá en un futuro un ensayo sobre su novelística, La narrativa de Jardiel. Aparte de esta obra mía, seguiré haciendo ediciones críticas de las comedias que aún no se han publicado por separado y las recopilaciones de trabajos cortos que ya he mencionado. Anticipo que habrá también un libro de novelas cómicas para niños, algo completamente desconocido y que espero que complacerá a muchos.