El Overlook es un distinguido hotel en las montañas Rocosas, en Colorado. Allí se desarrolla la acción de la película El resplandor (1980), de Stanley Kubrick, basada en la famosa novela de Stephen King. El nombre incluye un juego de palabras, pues la palabra inglesa overlook significa ‘tener vistas’ y también ‘pasar por alto’, ‘no hacer caso’. Y la historia del sitio es un continuo intento de olvidar los terroríficos sucesos que vienen sucediendo desde que se construyó en 1907 y su causa.
Es un lugar magnífico, en un bello enclave montañoso. Ha tenido huéspedes ilustres: Marilyn, los Kennedy. Ha conocido días de gloria con bailes selectos, fiestas en las piscinas, torneos de cróquet… Pero todo eso es durante la temporada.
En invierno el hotel está vacío. Sólo lo habitan el vigilante Jack Torrance y su pequeña familia. Poco a poco se descubren las numerosas muertes inexplicables que allí han tenido lugar y que explican que el hotel se haya vendido innumerables veces. Ascensores llenos de sangre, ruidos de fiesta en dependencias supuestamente desiertas, salones que cobran vida, apariciones de cadáveres en las habitaciones… El hotel es un ente sobrenatural.
El vigilante anterior mató a hachazos a su mujer y a sus hijas. Y ahora el espíritu del hotel enloquece al nuevo vigilante y le exige que repita el hecho. La nieve impide huir y no hay comunicación con el exterior. Los que han leído el libro y vista la película ya conocen el final.
La condición sobrenatural del hotel se debe a que para construirlo se profanó un antiguo cementerio indio. Se desenterraron los cuerpos y se trasladaron a otro lugar, pero los espíritus ancestrales no perdonaron a los intrusos.