La farsa Madre (el drama padre) se estrenó en Madrid en el Teatro de la Comedia en diciembre de 1941. Guadalupe Muñoz Sampedro, José Orjas, Carlos Lemos y Fernando Fernán Gómez se contaron entre sus primeros intérpretes. La obra —considerada como una de las mejores de su autor— es una parodia de una aberración teatral en boga en su tiempo: el género melodramático basado en paternidades ocultas, hijos raptados al nacer, incestos y demás desdichas familiares. Con un agudo sentido de lo ridículo y con la intención de asestar un golpe mortal a tal género literario inferior, Jardiel retoma el tópico del hijo de padres desconocidos y lo multiplica por ocho (cuatro hermanas que van a casarse con cuatro hermanos) para resaltar el carácter grotesco del argumento. Esta burla no pierde en absoluto vigencia, pues las telenovelas actuales siguen basándose en gran medida en estas paternidades ocultas y vergonzantes.
Sin embargo, Jardiel hubo de pagar caro su atrevimiento al denunciar aquel género: la censura franquista vio en Madre una obra subversiva que atentaba contra los principios de la familia. La obra estuvo prohibida durante varios años y a Jardiel se le acusó abiertamente de ser un autor inmoral. Jardiel hizo suyas las palabras de Oscar Wilde: «No hay obras de arte morales o inmorales, sólo buenas o malas».