Hay autores que logran imantarnos a la historia que nos cuentan en sus novelas porque saben cómo ganarse al lector para que se sumerja en el desarrollo de la trama y lo hacen de tal forma que es difícil decidir en dónde vamos a poner el marcapáginas en el libro o apagar el lector digital para continuar la lectura en otro momento. Esto me pasó con la novela que hoy reseño, Los dioses dormidos, de Enrique Gallud Jardiel. Sí, lector, ha acertado:el apellido Jardiel enseguida lo asociamos con la figura del comediógrafo Enrique Jardiel Poncela. Y no va mal encaminado, porque este prolífico escritor es nieto suyo. (montañas azules-India)
Los dioses dormidos es una novela de ficción histórica que, como bien se aprecia en la sinopsis, tiene todos los ingredientes para resultar atractiva, con el añadido de que el ritmo narrativo es fluido, pues apenas decae, y ameno y, una vez que el autor nos traza los rasgos necesarios para convencernos de que estamos ante una trama que merece la pena seguirla, queremos saber si Maya, la bailarina cortesana del palacio, logrará seducir al asceta que, con los poderes que ha adquirido mediante la meditación, será el único que pueda realizar el ritual de sacrificio que salvará al reino de la hambruna y la sequía.
En Los dioses dormidos nos sentiremos transportados a esa India exótica y antigua, en donde también el realismo mágico tendrá su parte de protagonismo. Y es que el bosque en el que vive el asceta se presta para que el lector disfrute con las escenas que nos describe el escritor valenciano, en donde será testigo de algunos fenómenos que se producen en ese ambiente de paz que rodea la figura de Dev, el santón. Pero también cobra importancia el papel de la mujer en la sociedad india de la época, algunos de los cuales se reflejan hoy día, por desgracia, como lo veremos a través de las figuras de la propia Maya, de Ganga Devi, su maestra bailarina, o de Palvi, la hija del monarca Vir Sen.
Bien se nota que Enrique Gallud Jardiel es un gran conocedor de la cultura india, como se puede deducir de su biografía, y ese conocimiento que tiene lo pone al servicio de la historia que nos relata un narrador omnisciente con una prosa exquisita y lo dosifica durante el desarrollo de la trama a través de las descripciones, de los interesantes diálogos —algunos de los cuales reflejan perfectamente la tensión que se vive entre ellos en algunas fases de la narración, como los que tienen lugar entre Akshay,el primer ministro, y Omnath, el sumo sacerdote, en temas sobre todo en lo referente a la tradición, ya que será interpretada según convenga a los intereses creados— que jalonan algunas escenas y las reflexiones, para que nos sintamos a gusto mientras disfrutamos de este viaje fascinante en el que la aventura y la espiritualidad irán cogidos de la mano.
(Krishna)
Son los personajes de Los dioses dormidos y el entorno que les rodea en donde se ve perfectamente reflejado lo anteriormente expuesto. Presenciaremos escenas muy visuales en las que nos imaginaremos cómo es la vida palaciega, el sacrificio a Khrisna para que acabe con la sequía, o seremos testigos del encuentro entre Maya y Dev, el asceta, en el bosque. Pese a que se nos anuncie en la sinopsis que es Maya quien llevará el peso de la responsabilidad para que su pueblo deje de padecer la hambruna, estamos ante una novela de personajes, en la que cada uno de ellos tiene su importancia en la trama, pues todos ellos dan equilibrio a la misma, como Omnaht, el sumo sacerdote, o Akshay, el primer ministro, por lo que nos familiarizaremos con el papel que a cada uno le toca desempeñar. Son personajes a través de los cuales revivimos las tradiciones milenarias y las intrigas palaciegas, los celos o las ambiciones. El marco histórico está magníficamente reflejado, pues el lector recibe perfecta información de cómo era la sociedad, las costumbres y las creencias en la India antigua.
Creo que Los dioses dormidos es una buena apuesta literaria con la que el lector se encontrará con una novela exótica que le ayudará a adentrarse en una cultura llena de leyendas y mitos, algunas de las cuales se relatarán a lo largo de las tres grandes partes en la que está estructurada más un epílogo y con una trama atractiva que guarda giros inesperados que nos mantendrá en vilo hasta el desenlace final. Un final diría incluso que sorprendente por cómo son revelados algunos secretos familiares que influirán en el devenir de los personajes.