Manuel Pérez Vila: La formación intelectual del Libertador, Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas, 1979, 256 págs. (Reseña)

El presente libro es el cuarto de una colección llamada “Contorno bolivariano”, editada por la Presidencia de la República de Venezuela, como homenaje a su famoso caudillo. Los tres trabajos anteriores versan igualmente sobre aspectos diversos y precisos de la vida y la obra del Libertador. El autor de La formación intelectual del Libertador, Manuel Pérez Vila, autor asimismo de una síntesis biográfica titulada Simón Bolívar, el Libertador, editada por la Sociedad Bolivariana de Venezuela, reconoce en el prólogo de este volumen que este libro no es más que una edición revisada y ampliada de su ensayo La formación de Bolívar: estudios y lecturas, publicado en 1964 como parte del volumen introductorio a los Escritos del Libertador, monumental edición crítica de los textos firmados por Bolívar y sus ministros, secretarios, ayudantes, etc., y que comprende nueve volúmenes.

Por su especialización y por la forma en que está elaborado puede éste no ser un libro de amplia difusión entre el gran público. La razón a aducir sería el que únicamente se centra en uno de los aspectos que rodean al ilustre militar. Aquel que no se encuentre familiarizado con su historia, no podrá apreciar debidamente esta amplia y acertada versión de dicho aspecto, fundamental para la comprensión del hombre, de su época y de sus logros e iniciativas. Para el especialista, sin embargo, e incluso para aquellos hispanoparlantes que se hallen interesados en los pormenores visibles de la vida de Bolívar, será un placer la consulta de este libro en el que se descubren las influencias, las ideas, las concepciones de la vida y los incentivos que el Libertador recibió a través de sus lecturas. No es sola la experiencia la que hace al hombre. Incluso la racionalización y la apreciación de las experiencias se hallan moldeadas por las ideas existentes en el experimentador. Los libros que, en términos generales de generación o en términos personales, influyen al que los lee, valen tanto o más que los consejos de un oficial a su general o de un secretario a su ministro. La diversidad de temas y de lenguas amplia el horizonte racional del ser en formación, le brinda nuevas perspectivas, le anima y le conforta. En el caso de Bolívar es obvia la influencia de la letra escrita. No nos hallamos ante el caso de un visionario bienintencionado aunque ignorante, ni de un patriota intuitivo. Todo lo que Simón Bolívar llevó a cabo durante su vida fue el fruto meditado y razonado de sus convicciones. Y en la formación de éstas, los libros desempeñaron un papel de primera magnitud. Esta idea es la que Pérez Vila repite en los sucesivos capítulos del ensayo.

A lo largo de éste se relata cronológicamente la vida del caudillo, pero no en función de sus hechos históricos, sino como relación de sus lecturas. Una referencia completa de los libros que Bolívar leyó en cada etapa de su vida nos ayudan a conocer mejor la formación intelectual del Libertador que todas las biografías laudatorias, llenas de conceptos gloriosos, que nos muestran en su más amplia dimensión al héroe, al caudillo, pero que dejan un tanto de lado al hombre que había tras el general y al pensador oculto en el estadista. No sólo esto, sino que el autor nos describe con particular atención aquellos libros que Bolívar no se limitó a leer en un momento concreto, sino que llevó consigo en sus expediciones guerreras y que consultaba frecuentemente en busca de orientación para sus planes futuros y como instrumentos para un solaz provechoso. Bolívar dedicó horas y horas a su formación a través de la lectura, desde que tuvo uso de razón, en su Caracas natal, hasta que, enfermo y dolorido, halló un refugio para morir en las costas de Santa Marta.

Tras estos capítulos cronológicos, debidamente comentados y abundantes en acertadas citas, Pérez Villa incluye un apéndice en el que se enumeran con detalle todos los libros propiedad de Bolívar y de sus mayores. Estos libros se hallan clasificados en ocho listas diversas, según las épocas y los lugares. Cada entrada de esta lista contiene todos los datos posibles: no únicamente los bibliográficos de rigor, sino también otros más personales, como el nombre del poseedor, la fecha en que vino a poder de Bolívar y, lo que es aún más interesante, las anotaciones de su puño y letra. Entre estos libros podemos observar una mayoría relativos a hechos históricos, aunque los dedicados a ciencias exactas también abundan. Hay, asimismo, bastantes ejemplares de tratados sobre navegación y relatos de descubrimientos. Casi una tercera parte de esta biblioteca consiste en obras francesas y en traducciones al francés de libros de otros países. Hay abundantes libros épicos de autores como Virgilio, Homero, Tasso, Camoens, etc. Hallamos cantidad de obras de escritores clásicos entre los que se hallan Tácito, Ovidio, Julio César y, por supuesto, Plutarco. La mayor parte de los autores franceses del siglo XVIII se hallan representados en esta lista: Rousseau, Voltaire, Madame de Staël, La Fontaine, Beausobre y Montesquieu. También se encuentran muchos volúmenes sobre la Revolución Francesa y sobre Bonaparte. Todos estos autores nos ayudan a formarnos una idea más clara del Libertador y de sus incentivos. En cuanto a libros concretos, se pueden citar los Comentarios de la Guerra de la Galia, de Julio César, libro que Bolívar siempre llevaba en campaña, el Ensayo general de táctica, del Conde Guibert, tratado especializado de estrategia militar que, antes que a Bolívar, había influenciado a Napoleón, el Emilio de Rousseau, que todos los venezolanos ilustrados leían clandestinamente a comienzos del siglo XIX, etc.

Finalmente, el presente ensayo incluye una bibliografía –la consultada por el autor– que se particulariza porque cada título se encuentra acompañado de un breve comentario crítico sobre la naturaleza del mismo y que ayuda al lector interesado a seleccionar sus próximas lecturas sobre el gran caudillo. Esta bibliografía pretende ampliar los estudios bolivarianos y contribuir a orientar las lecturas del alumnado de grados superiores que traten el tema y a servir de elemento de trabajo al magisterio venezolano.

Pero no sólo Venezuela se aprovechará del presente trabajo. En todos los países de habla hispana se recuerda a Bolívar y se le hace la justicia que merece. La lección que nos da el presente libro es que el hombre no se hace solo a sí mismo, que detrás de cada gran obra, de cada triunfo, de cada momento brillante, tras la imperiosa orden de un militar o el acertado juicio de un político hay días y días de obscura reflexión, de atenta lectura, de lenta asimilación. Antes de cambiar al mundo, el hombre debe cambiarse a sí mismo. Pérez Vila no cree en el autodidactismo, sino que nos presenta a Simón Bolívar como el fruto de sus lecturas, como el resultado de sus estudios. Sólo el hombre instruido puede alcanzar grandes metas. Pero nos dice que esta lección no nos la da él, sino que nos la brindó a todos Bolívar y que, para que nos llegase más hondo, ni siquiera lo hizo con palabras, sino con su conducta.