La confesión nefanda del asesino improbable (Reseña)

La confesión nefanda del asesino improbable (Reseña)

María Dolores Clavero: La confesión nefanda del asesino improbable, Alhulia, Granada, 2017, 200 págs.

Leonardo da Vinci afirmó repetidas veces a lo largo de su vida que, a ser posible, nos teníamos que reír hasta de los muertos. Y si no prestamos atención a los consejos de personas como Leonardo, no sé yo a quién tendríamos que hacer caso. Por ello siempre he sido un acérrimo defensor del humor negro —una variedad cómica que disgusta a muchos puritanos—, precisamente por lo que tiene de transgresor, de revulsivo, de anti-tabú. Enfrentarnos con la muerte y el dolor desde la perspectiva del humorismo es una acertadísma opción, pues no hay otro paliativo para el sufrimiento que el distanciamiento, la reflexión y la mirada desapasionada. Es preferible que la muerte nos dé risa que no que nos infunda obsesión y pánico, como fue la norma durante tantos siglos.

Sin embargo, pocos cultivan este subgénero tan digno. Luego tiene aún más mérito que alguien lo haga con aplomo y extrema calidad, como es el caso.
María Dolores Clavero, escritora y periodista, ha dejado patente ya antes su maestría en diversos escritos y relatos (como su magnífico libro Masculino singular, de 2016) a la hora de manejar los recursos de lo cómico, mostrando a la vez gran originalidad. Este libro es buena prueba de su alto rango literario y una promesa implícita de muchos otros buenos libros que aún están por venir.

La confesión nefanda del asesino improbable es una preciosa pieza del género negro y su autora le plantea al lector esa disyuntiva en su subtítulo (Una novela negra de humor o una novela de humor negro) para que éste averigüe de qué hay más y decida si quiere tomarse el libro de una manera u otra. La manera en la que nos lo hemos tomado nosotros es la menos solemne, pues hemos entendido que Clavero quiere desmitificar un género y reírse de muchas cosas al tiempo que nos da su opinión.
Un padre Brown malagueño desenreda una trama de asesinatos que tienen sobre ascuas a una localidad sumida en la corrupción y en donde impera la ley del silencio. La novela mezcla humor e intriga de muy acertada manera y el libro acaba siendo una mirada panorámica y altamente satírica a clases sociales y tipos humanos del lugar.

La autora se inspira inicialmente en un acontecimiento verídico, pero pronto las musas la obligan a ampliar sus horizontes y a insertar en su narración multitud de elementos de otros casos similares acaecidos en la comarca y también muchas peripecias nacidas de su imaginación. De esta manera el arte supera a la realidad, la vida se «literaturiza» y el producto final resulta mucho más satisfactorio.

El libro se lee excelentemente, con facilidad y gusto. Cada página proporciona agradables sensaciones de uno y otro tipo, por la soltura de su estilo y el interés de las vicisitudes de los personajes. Una obra altamente recomendable.