Jardiel, la risa inteligente (Victoria Mera)

Jardiel, la risa inteligente (Victoria Mera)

Al escritor Enrique Jardiel Poncela se le estudia en los institutos: “autor perteneciente a la generación del 27, dramaturgo cuya obra más famosa es Eloísa está debajo de un almendro”. Y ahí queda todo. Para muchos jóvenes, y no tan jóvenes, Poncela es un escritor que escribió una obra muy famosa y que tuvieron que estudiar para aprobar algún examen. Menos mal que el tiempo, a veces, es justo; menos mal que el ser humano, a veces, es inteligente.  Menos mal, entonces, que ahora podemos afirmar que Enrique Jardiel Poncela es uno de los mejores escritores que ha dado esta tierra, aunque de los sistemas educativos mejor no hablamos.

La risa inteligente es el título (el mejor título posible) del libro escrito por Enrique Gallud Jardiel, nieto de Enrique Jardiel Poncela.

Gracias a estudios como el que lleva a cabo el autor en este libro, podemos ahondar en la figura de un escritor que permaneció injustamente olvidado durante tanto tiempo. El libro se divide en dos partes: El hombre y La obra. Cada apartado cuenta con varios capítulos que comienzan siempre con una acertada cita del propio Jardiel Poncela, pequeñas perlas de sabiduría que dan calor al libro.

Así, en la primera parte del libro, paseamos de la mano de Enrique Gallud Jardiel por sus propios orígenes familiares, los inicios como escritor de su abuelo, su carácter, viajes e ideologías hasta llegar a ese terrible final que fueron sus últimos años de vida. Unos años en los que la enfermedad que padecía y la miseria en la que vivió marcan la época más oscura del genial escritor. En la segunda parte, el autor trata la vasta obra de su abuelo.

Me ocurre lo mismo que al prologuista del libro, nada más ni nada menos que el director de cine José Luis García Sánchez. Todo lo que se pueda decir de Enrique Jardiel Poncela está escrito en las líneas de este cuidado libro.

Así que, en esta reseña me limito a celebrar su vida, a celebrar todo lo que le debemos a este enorme escritor que tanto nos ha dejado, a celebrar, como ya he dicho antes, que a veces la memoria y el tiempo son justos y que un escritor que ha aportado tanto a la literatura, al cine, al teatro y a la cultura de España jamás mereció permanecer tanto tiempo en el olvido. Celebremos la memoria, lectores, celebremos la risa y la inteligencia, que al fin y al cabo, son algunas de las pocas cosas por las que esta vida realmente vale la pena.