Desde la antigüedad se ha considerado la risa como una terapia fundamental para mantener un buen estado de ánimo. Pero cuando la risa la revestimos de alta costura hemos obtenido el humor.
Y de humor se trata el nuevo el libro de Enrique Gallud Jardiel Historia estúpida de literatura, que ya de por sí tiene un título sospechoso.
Profesor de literatura en diversas universidades a lo largo y ancho del mundo, Gallud sabe lo suficiente de ello como para poderse burlar de sus tópicos, sacar punta a sus artículos de fe y poner en solfa todo aquello que está bien, simplemente porque desde pequeños nos han dicho que está bien, sin opción a poder opinar lo contrario para no darnos aires de analfabetos.
El cómo y el por qué gusta un tipo de literatura tiene mucho que ver con la enseñanza que se disfrutó o se sufrió de pequeño. La técnica de leer determinados textos porque están catalogados como excelentes obras de la literatura mundial a veces no es el mejor medio de fomentar hábitos lectores, cuando, posiblemente, el niño se convierta en lector, tras una fase de seguir las correrías del héroe de turno, o las aventuras de algún personaje ficticio que haya llamado su atención, sin atender tanto a la corrección lingüística del texto o a la formalidad de sus sintaxis. Eso llega después.
Y en cuanto al tema del humor, el autor tiene el suficiente pedigrí como para poder manejarlo su antojo, no en vano es nieto del genial Enrique Jardiel Poncela, y ha vivido el mundo de las letras desde que nació.
De casta le viene al galgo, pero no hace de ello su bandera, simplemente escribe porque le divierte hacerlo que es la mejor manera de conseguir que los lectores también se diviertan y pasen un buen rato.
Querido lector, si a usted le gustó la literatura desde pequeño y es ávido de más y más libros, este puede ser un aliciente más, alegre, entretenido, ameno, gracioso, festivo, desmitificador… pero si en su momento cogió tirria a aquel profesor empeñado en que leyera esto y aquello –y, lo peor, que pusiera cara de que le gustara– este es un libro hecho a su medida, y además, como apuntaba al principio, un alta costura.
Que ustedes lo disfruten.
Profesor de literatura en diversas universidades a lo largo y ancho del mundo, Gallud sabe lo suficiente de ello como para poderse burlar de sus tópicos, sacar punta a sus artículos de fe y poner en solfa todo aquello que está bien, simplemente porque desde pequeños nos han dicho que está bien. […] En cuanto al tema del humor, el autor tiene el suficiente pedigrí como para poder manejarlo su antojo, no en vano es nieto del genial Enrique Jardiel Poncela, y ha vivido el mundo de las letras desde que nació. De casta le viene al galgo, pero no hace de ello su bandera, simplemente escribe porque le divierte hacerlo, que es la mejor manera de conseguir que los lectores también se diviertan y pasen un buen rato con este libro alegre, entretenido, ameno, gracioso, festivo, desmitificador.