Saludamos gozosamente a este nuevo libro de Enrique Gallud Jardiel, digno sucesor de su abuelo, Enrique Jardiel Poncela, por muchas causas; el autor “denunciante de tópicos, destructor de mitos, azote de críticos y desmitificador de bodrios literarios” como se definía en su anterior Historia estúpida de la literatura, afirma, en un “Prólogo justificativo”, que, según él, el lector “se puede saltar tranquilamente”, ha querido escribir sobre una gran variedad de oficios y tipos humanos, hacer una especie de comedia humana a base de cuentos humorísticos, paródicos y satíricos. Se detiene luego en el citado “Prólogo”, explicando la razón de su elección de género literario, el cuento, “el género del futuro, no porque sea mejor que otros, sino porque mucha gente ya no tiene tiempo de leer ladrillos novelados”; igualmente insiste el autor en las razones de su perspectiva humorística: “la risa es lo más sano, lo más bueno, lo que más se parece a la felicidad”.
Y en la lectura de sus cuentos nos encontramos con la civilización frente a barbarie, el placer exquisito frente a la grosería y el mal gusto, la ironía elegante frente a el feísmo degradante, en suma el ingenio y la destreza, todo ello matizado por un gran poder desmitificador al que somete a todo un panorama de estratos, tipos humanos, oficios y costumbres sociales.
Y así lo cumple a través de un humor que no es más que el heredado de aquellos humoristas de “la otra generación del 27” : el humor sin agresión, limpio de rudeza y en ocasiones con cierta ternura. Siempre como telón de fondo, la idea orteguiana sobre la literatura y el arte, la necesidad que tiene el ser humano de escapar de la seriedad de la vida. Pero precisamente esa reflexión sobre lo desmitificado, al ofrecer una nueva perspectiva, le devuelve a las cosas su ser más completo, en cierta manera su autenticidad y así,el cuento literario y humorístico se convierte en un nuevo modo de conocimiento.
Saludamos pues a este reciente libro de Enrique Gallud Jardiel El discurso insoportable y otros cuentos de humor que de nuevo nos hace soñar, nos da esperanza y sobre todo, nos hace reír.
Si eres virtuoso, las gentes te elogiarán durante cinco minutos y se burlarán de ti el resto de tu vida. 
