El escritor y filólogo Enrique Gallud Jardiel, nieto del dramaturgo, publica en Doce Robles Jardiel La risa inteligente, una auténtica enciclopedia jardielesca que analiza la vida y la obra de este genio español que brilló e innovó en tantos campos. La obra también trata de desmentir el sambenito de escritor franquista.
Enrique Jardiel Poncela (Madrid, 1901-1952) no constituye una generación literaria en sí misma, como algunos han calificado a su admirado maestro Ramón Sánchez de la Serna, pero le faltó muy poco. Para guiamos por el ingente universo de Jardiel su nieto Enrique Gallud Jardiel, doctor en Filología Hispánica y que tiene en su haber varios libros sobre su abuelo, entre ellos una biografía, acaba de publicar en una cuidada edición de la editorial Doce Robles Jardiel. La risa inteligente. Se trata de un análisis en profundidad de su vida y obra, con especial interés por mostrar las bambalinas de su variadísima producción: artículos, novelas, obras de teatro, cuentos, aforismos, películas…
En suma, una verdadera enciclopedia jardielesca que entra a fondo en las claves que explican su genio creador. No en vano y pasadas las décadas, el escritor madrileño continúa siendo el miembro más destacado de «la otra Generación del 27», expresión apuntada por Tono y José López Rubio, dos de sus miembros, como también lo fueron Miguel Mihura y Edgar Neville.
Jardiel, La risa inteligente incluye además un curiosísimo material inédito, la mayoría dibujos del autor, pues el escritor, no contento con ser un renovador del humor y del teatro también fue un espléndido dibujante e incluso inventor: los diseños que ofrece el libro sobre su novedoso sistema de escenario giratorio habrían apasionado al mismísimo Leonardo.
Hijo intelectual de la Generación Cómica del 98, Jardiel es mucho más y el libro destaca dos importantes influencias en su obra: el mencionado Ramón pero también José Ortega y Gasset, cuyos ensayos sobre el teatro y la novela tuvieron en él una gran importancia a la hora de afrontar los dos géneros.
Especial interés se torna Gallud Jardiel para escudriñar los mecanismos que emplea el autor de La tournée de Dios en sus novelas y obras de teatro, una catarata de recursos cómicos en forma de juegos de palabras, dobles sentidos, adjetivaciones precisas, maravillosas incongruencias y surrealismos que constituyen su marca más personal.
El libro tampoco se olvida del Jardiel cineasta y su paso por Hollywood. En los años 30 rodó en tierras americanas una adaptación de su obra de teatro Angelina o el honor de un brigadier, la primera película en verso del mundo. Y adelantándose casi 35 años a Woody Alien, que hizo lo propio con una película japonesa, en 1.932, por encargo de la Fox Movietone Corporation, puso voz a cortometrajes mudos de 1903 a 1907 y los transformó en películas cómicas con el título de Celuloides rancios. Y como Jardiel, La risa inteligente pretende tocar todos los palos y casi lo consigue, también aborda el sambenito de que el autor simpatizaba con el franquismo. Se trata, recuerda el libro, de una simpatía que se limitó a una defensa temporal hasta 19-10-41 y que el propio escritor justificó por la incautación de su coche en 1935, su detención y la profanación de la tumba de su madre. Hijo de uno de los fundadores del PSOE, Jardiel no se consideró nunca de derechas ni de izquierdas y de hecho parte de su obra fue censurada o directamente prohibida durante la Dictadura.
En su corta pero intensa vida hubo tiempo para giras americanas, piruetas sentimentales, encarnizados combates con ios críticos, pullas con Mihura, tardes con Ghaplin, innumerables estrenos exitosos y algunos estrepitosos (a veces, con pataletas nada espontáneas del público) así como horas y más horas escribiendo en los cafés mientras en su cabe/a bullían habitantes de casas deshabitadas, amores siberianos y hasta honrados cacos. Fue un gran innovador que merece más reconocimiento del que hoy tiene. Para saber más sobre Jardiel, casi para saberlo todo, aquí tienen el libro.