Hoja de ruta para escribir novela (Reseña)

Hoja de ruta para escribir novela (Reseña)

Víctor J. Sanz: «Hoja de ruta para escribir novela«, Verbum, Madrid, 2018, 98 págs.

Víctor J. Sanz se toma extremadamente en serio el más importante y crucial de los preceptos evangélicos a nuestro modo de ver: enseñar al que no sabe. Y lo hace en el mágico y atrayente terreno de la creación literaria. Ya había hecho una magnífica contribución a esta disciplina tan escurridiza con su obra «Errores comunes de los escritores noveles y cómo evitarlos» —aparecida en esta misma editorial— y ahora pasa a la acción con consejos positivos y provechosos para redactar novelas y cualquier otra variedad de texto narrativo.

Otro que no hubiera sido él, no se habría molestado en escribir este libro, porque ¿para qué te vas a molestar en ayudar a nadie? o ¿por qué contarle los trucos de tu oficio a alguien que acabará haciéndote la competencia con lo que tú le has enseñado? Sanz lo hace por grandeza de alma —porque es generoso con sus conocimientos, no como el resto de nosotros— y porque ama tanto la literatura que no puede dejar de reflexionar sobre ella y querer compartir con todos las estupendas síntesis teóricas a las que llega.

Aunque muchos lo crean así y tengan tanta confianza en su genialidad personal como para lanzarse a confeccionar una novela sin haber escrito antes ninguna otra cosa ni haberse adiestrado mediante larga práctica, escribir no es un don, no es el resultado de un talento innato que se pueda poner en práctica cuando se desee. A escribir se aprende; se aprende practicando y errando; se aprende leyendo buenos textos —no leyendo cualquier cosa—, y se aprende, sobre todo, siguiendo los consejos de los que saben mucho: Víctor J. Sanz en este caso.

La novela es quizá uno de los géneros más difíciles, pues nos obliga a manejar con soltura las descripciones, el arte del diálogo, el movimiento de muchos personajes y su psicología y una trama que ha de ser complicada por definición. Pero puede hacerse. En este vademécum se dan las claves. Con un estilo muy asequible, en párrafos cortos, perfectamente claros y extremadamente útiles, el autor nos introduce en las tripas de la ballena y nos muestra por dentro el esqueleto de que está compuesta la buena literatura. Nos enseña a respetar las reglas internas de la narración y a contestar el qué, el cómo, el dónde, el quién, el cuándo y el para quién, imprescindibles para poder contar una historia de manera eficaz y efectista. Nos presenta lo que él llama «balizas universales», que no son sino las etapas por las que se ha de transitar durante el viaje narrativo.

El libro, sabiamente estructurado, incluye sugerencia de ejercicios para ir refinando nuestra prosa y trucos del oficio que siempre conviene conocer. No da instrucciones para que se sigan al pie de la letra —pues el estilo es algo que cada uno debe hallar de por sí—, sino claves para descubrir «ese escritor que todos llevamos dentro», lo cual es un tópico cursi si se quiere, pero verdadero.

¡Amigos escritores! Si valoráis mi opinión, haceos con este indispensable libro cuanto antes; y si no respetáis mi criterio, entonces no sé de qué estamos hablando y no teníais que haber leído esta reseña en primer lugar.