Thales (¿624?-547), primero de los siete sabios de Grecia y maestro de Pitágoras, nació en la ciudad jónica de Mileto. Fue el primero en sostener la teoría de la inmortalidad del alma y en dividir en año en estaciones y en 365 días. Postuiló que el agua era el principio del universo y origen de toda vida. Predijo eclipses de sol, estableció teorías geométicas y descubrió las propiedades del iman.
Fue, sin embargo, muy distraído. Cuenta la leyenda que, por ir mirando al cielo, se cayó en una zanja y que una vieja le dijo que toda su sabiduría no le servía de mucho, si no era capaz de mantenerse en pie. Sus contemporáneos se burlaron de su pobreza.
Thales decidió entonces demostrar que la sabiduría tiene aplicaciones prácticas y económicas, dedicándose a los negocios. Con dinero prestado compró durante el invierno todos los molinos de aceite de Mileto y Quios y se estableció como molinero. Gracias a sus conocimientos sobre climatología predijo que la cosecha de aceitunas de ese año iba a ser especialmente abundante. Así fue efectivamente y Thales se enriqueció muy rápidamente arrendando los molinos a sus primitivos dueños. Con el dinero que obtuvo, vivió el resto de sus días sin tener que trabajar.
Aunque se le conoce como pensador, su actividad intelectual fue mucho más amplia: fue político, astrónomo, matemático y físico. Fue el iniciador de la indagación racional sobre el universo, por lo que se le considera el primer filósofo de la historia.