Aunque lo habitual es que miembros de una profesión se dediquen a la literatura como afición en su tiempo libre, en algunos casos se da la situación contraria. Tal sucede con el barón George Gordon Noel Byron (1788-1824), sexto Lord Byron, por cuyo título es conocido. Se trata, indudablemente, del más conocido de los poetas ingleses, considerado uno de los escritores más versátiles e importantes del Romanticismo.
Su poesía está cargada de emoción y fue un maestro en el manejo de la sátira. Sus obras fueron mal vistas por ciertos sectores por su escepticismo religioso, pero la crítica fue unánime en cuanto a su calidad. El corsario, Don Juan, Werner, Manfredo y La profecía de Dante se cuentan entre sus obras más famosas.
Sus ideales le llevaron a luchar por el ideal romántico de libertad y por la independencia de los pueblos. En 1824 se trasladó a Grecia, donde se le asignó un regimiento y donde luchó como soldado para liberar al país del Imperio Otomano. Los griegos veían en él a un héroe y quisieron hacerle comandante. Durante la campaña militar, contrajo la malaria y murió en Missolonghi, sin haber cumplido su sueño de independencia.
Byron fue extravagante en todo. Tuvo numerosas amantes y promovió muchos escándalos. Se le acusó en varias ocasiones de incesto y sodomía y todo ello le proporcionó un aura de poeta maldito y satánico que aumentó más si cabe su fama.