Se encuentra en la localidad de Rocadura. Tiene un hermoso jardín y una curiosa peculiaridad: es mucho más grande por dentro que por fuera. Es decir, dentro hallamos habitaciones espaciosas donde cabe perfectamente toda la familia de los Picapiedra con su dinosaurio incluido; pero desde el exterior sólo vemos una pequeña casa con una gran piedra plana por techo. Además, la casa variaba de forma y mobiliario en cada episodio. El garaje también aparecía y desaparecía caprichosamente.
Los Picapiedra (The Flintstones), creación de los dibujantes Hanna-Barbera, es una de las series que más fama ha logrado en todo el mundo. Su visión cómica de la prehistoria empezó a emitirse en 1960 y divirtió a varias generaciones de televidentes. En realidad no era sino una sátira amable de la sociedad norteamericana de su tiempo, a la vez que un entretenimiento para niños.
La casa de Pedro Picapiedra se caracterizaba por incluir todas las comodidades modernas… fabricadas con la tecnología antigua. Diversas especies de animales aportaban sus características para hacer funcionar ingeniosos aparatos. Un cerdo hacía de triturador de basuras, un pájaro usaba su pico para hacer sonar el tocadiscos… Los guionistas se superaban con estos detalles que acabaron por se lo más apreciado y recordado de la serie.
Su humor derivaba especialmente de los anacronismos, no únicamente en el campo de la tecnología, sino también en la supuesta mentalidad de la Edad de Piedra. Incluso se emitió un episodio en el que los Picapiedra y sus vecinos, los Mármol, celebraban juntos la Navidad.