José-Miguel Vila: Ucrania frente a Putin, ViveLibro Ediciones, Madrid, 2014, 148 págs. (Reseña)
Lo que el destacado periodista y escritor José-Miguel Vila opina sobre nuestro mundo y nuestro momento presente es siempre sugestivo, interesante y digno de la más esmerada atención. En su nuevo libro, Ucrania frente a Putin, recientemente aparecido, vuelve a acertar como ya lo hiciera con anterioridad en sus otros estudios: Con otra mirada (2003), Mujeres en el mundo (2005), Prostitución: vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010) y Modas infames (2013).
Como puede deducirse de estos títulos a los que ha dedicado su atención, a José-Miguel, como a Terencio, nada humano le es ajeno. Y es por ello que se decide a glosar y desglosar el drama que los ucranianos viven y han vivido recientemente. Su experiencia política y social le coloca en una posición idónea para teorizar sobre uno de los acontecimientos más destacados de los últimos tiempos, cuya gravedad han menospreciado los medios de comunicación, en su eterno afán de lograr la variedad, como si el eje y propósito de su actividad no fuera la verdad, sino meramente el entretenimiento.
El autor sabe bien lo que quiere decir y también cómo ha de decirse para que halle el eco debido; une a su densidad temática la elegancia expresiva y el acierto estético. Por todo se interesa y, con su prosa lúcida y profunda, nos obliga a los demás a interesarnos también. En esta ocasión nos proporciona una visión ilustrativa y precisa de los acontecimientos en Ucrania, que en 2014 ha vivido un año crucial, tras revueltas, dimisiones, elecciones, invasiones, accidentes y todo tipo de tensiones políticas.
El libro ofrece en primer lugar las raíces del conflicto: la cuestión de la identidad de ucranianos y rusos y sus incómodas relaciones de vecindad. Nos pone en antecedentes de la situación en Ukrajina (el nombre oficial del país) tras su formación como estado independiente en 1991 al separarse oficialmente de la Unión Soviética. Describe todos los acontecimientos relevantes, desde la deriva pro-rusa del presidente Yanukóvich y la revolución estudiantil del Euromaidan hasta nuestro presente. Analiza la posición del gobierno ruso para con sus vecinos y la postura de quien es el tercer actor en el conflicto: la Unión Europea. Se detiene en el eterno problema de Crimea y en el riesgo de una guerra continuada. Pondera certeramente sobre el momento actual y evalúa las posibilidades de lo que acontecerá en un futuro inmediato. Lo hace con una precisión impecable y una claridad muy de agradecer por los que no somos especialistas.
Los capítulos que estructuran el libro son los pertinentes. Cada uno de ellos está dividido en dos partes: una primera que incluye la descripción de los acontecimientos, con información dilatada y profunda, y una segunda donde se debate sobre las reflexiones que tales hechos suscitan. Tras los datos vienen las ideas, en secciones separadas.
El ensayo cuenta con opiniones de expertos militares y jurídicos, pero —lo que es con mucho más interesante— incluye también una variedad de testimonios de ucranianos que nos dan a conocer de manera nada ambigua el ethos de ese pueblo. Vila no se queda en el análisis de la información erudita, sino que va derecho al sentir de aquellos a los que el conflicto afecta de una manera más directa.
También tiene cabida en el libro la relación de cuánto y en qué forma los medios de comunicación han tratado el conflicto. Se mencionan los artículos de opinión más destacados, las entrevistas más esclarecedoras, y se indican las diversas reacciones que se produjeron tras el conocimiento de cada uno de los distintos episodios del proceso.
Es ésta una obra por entero digna de elogio y que cumple a la perfección la función para la cual fue elaborada. Por doquiera que se abra el libro, su lectura se convierte en un imperativo.