Si busca un escritor que tenga profundos conocimientos de historia, de literatura, de filosofía, de artes visuales, de cine, de teatro y materias afines, le será difícil encontrarlo. Pero si además de lo anterior, le suma que desea leer esos libros pasados por el filtro de un sentido del humor agudo, fino, de buen gusto, cada vez le costará más hallarlo. Pero si a los dos puntos anteriores le suma también que ese escritor tiene un don especial para la versificación, ya usted se ha puesto muy exigente y si se topa con un autor así, es por un milagro.
Pues le informo que conozco a un talentosísimo escritor que cumple con todo eso. Se llama Enrique Gallud Jardiel y es español.
Tuve el placer y el honor de co-escribir con él un libro (“El profesor Pericot y la Ridícula Historia Universal”) y siempre me asombraba agradablemente en cada capítulo.
En esta ocasión este super prolífico autor publica la obra “Viajes chapuceros y lugares espantosos”, donde me hizo reír y sonreír a su antojo con sus creaciones satíricas e irónicas basadas en los viajes de Marco Polo, Vespucio, Odiseo, El Judío Errante y muchos más, así como a lugares como Samarcanda, Kathmandú y otros; para continuar con parodias a viajes en las obras de Verne, Camilo José Cela, Lope de Vega, etcétera, y terminar con una penetrante y graciosa mirada a los museos, aeropuertos y hasta acciones y actitudes ridículas que hacemos siempre los viajeros.
Sin dudas, un libro exquisito. Lo recomiendo a ojos cerrados, aunque así sea difícil leerlo.
Estoy convencido de que donde quiera que esté, su abuelo Enrique Jardiel Poncela, ese gigante del humor español, en estos momentos está de pie, aplaudiendo, riendo y orgullosísimo del talento de su nieto.