Seguro que usted, como yo, tiene pocas dudas de que el humor y la erudición, cuando llegan en el mismo envoltorio, certifican un talento de uranio enriquecido.
Enrique Gallud Jardiel se gana ese elogio con esta obra en la que practica un fabuloso ejercicio de ventriloquia literaria.
En Historia estúpida de la literatura, Gallud se desdobla en estudioso, fabulador y humorista, regalándonos una estupenda colección de falsas reseñas, hallazgos apócrifos y otras invenciones satíricas. A través de ese repertorio, no sólo da un repaso inteligente y provocador a la trastienda literaria: también provoca la felicidad del lector, lo cual es igual de admirable.
Hacía tiempo que no encontraba un ejemplo tan eficaz de literatura cómica. En cierto modo, uno acaba juzgándolo en clave familiar, porque el autor es nieto de Jardiel Poncela, lo cual es tanto como decir que es nieto de un genio y heredero de su ADN.
Con una ironía afiladísima, Gallud ridiculiza –afectuosamente– a los prebostes de la historia de nuestra literatura, y también se atreve con los distintos géneros que él coloca en su diana.
Les confieso de que estoy un poco cansado de que las librerías, en su sección de humor, hayan desplazado de sus estantes a creadores como Mihura, Pitigrilli, Muñoz Seca, Tono o Mark Twain para sustituirlos por una legión de comediantes televisivos, más o menos sometidos a la moda catódica, cuyos libros, supongo, están escritos por los atribulados guionistas de turno
Frente a esa tendencia contemporánea, Gallud simboliza un retorno a las esencias de la otra generación del 27. Hablo de humor elegante, lleno de finura y amabilidad, con esa ligereza y esa claridad que hoy valen su peso en oro.
Tanto cuando bromea sobre Cervantes como cuando recrea a un Cortázar apócrifo, el autor demuestra un profundísimo conocimiento de la materia. Su sátira nunca es improvisada y siempre se afirma sobre un amplio caudal de referencias.
Celebremos que la editorial Renacimiento-Espuela de Plata haya publicado este libro encantador. Sus muchas cualidades convierten Historia estúpida de la literatura en un verdadero festín para el aficionado al mejor humorismo y para el lector en general.