Elsa Cross y su realidad transfigurada (Reseña)

Elsa Cross y su realidad transfigurada (Reseña)

Elsa Cross: Baniano; Editores Mexicanos Unidos, México, 1986; 103 págs. (Reseña)

 

Pocas veces nos es dado hallar en tan corta selección de poemas un contenido ideológico tan profundo y variado a la vez como el que Elsa Cross nos ofrece en Baniano. En esta obra nos hace partícipes una vez más de sus reflexiones metafísicas, de gran penetración, y nos permite simultáneamente gozar de su manejo exquisito de una lengua poética llena de significados precisos y de completa inteligibilidad, virtudes doblemente loables en una época poética que se caracteriza frecuentemente por la confusión y la ambigüedad expresivas, así como por la tendencia a imponerle al lector la tarea de descifrar enigmas  –quizá inexistentes– entre un cúmulo de vocablos no siempre coherentes. Por el contrario, Elsa Cross sabe positivamente lo que quiere decir y cómo ha de decirse, une a su densidad temática la originalidad expresiva y el acierto estético.

El propósito de la obra, a decir de la autora, es dejar constancia escrita de una transformación espiritual que tuvo por escenario el ashram de Swami Muktananda Paramahamsa, en Ganeshpuri, y por causa las enseñanzas del maestro, mediante su palabra y su fuerza espiritual. Swami Muktananda dio a la escritora dos valiosos conceptos: el del baniano como símbolo sutil del universo y el de la unicidad de nuestro propio ser con todas las cosas. Las cuarenta y seis composiciones del poemario abarcan los varios aspectos ilustrativos de estos dos temas primordiales.

El árbol baniano trae a nuestra mente la connotación automática de la iluminación del Buddha, de la meditación. Elsa Cross confiesa haber sufrido una transformación decisiva tras haber estado yendo a escribir bajo el baniano, por consejo de Muktananda. El árbol le revela su secreto, ya explícito en la conocida parábola de la diminuta semilla de la que surge en todo su esplendor. La imperceptible materia de su interior es la esencia sutil que es el ser del universo, un universo cíclico que nace en su propia destrucción y de ella misma:

Las raíces descienden
hasta alcanzar la tierra.
Encuentran la fuente de su estirpe,
la raíz de sí mismas.
Se vuelven fundación
–columna y arco–.

El concepto de la unicidad del Ser, de la fusión del alma espiritual con todo lo existente domina como elemento temático en la mayor parte de los poemas. Es la última enseñanza del maestro, al que la autora vio cruzar por delante del baniano y percibió luego en todos los lugares, como símbolo de su muerte, de su fusión con el todo. Esta idea, que era sólo conocimiento intelectual en la escritora, pasa así a ser algo realmente percibido y asimilado. Este avance espiritual se convierte en motivación literaria y cada una de las partes de esta obra acaba siendo una ejemplificación breve pero perfecta de los diversos principios que forman la base del Vedanta, con énfasis en la naturaleza del ser, al que la autora define como consciencia ensimismada, como dador y receptor de la ofrenda, como lo destructor y lo destruido, para acabar diciendo en un verso sobre Mukteshwara:

Tuyas son esas formas.
Tuyos todos los nombres.

Mediante este libro selecto sobre mutaciones del alma, Elsa Cross nos hace pensar en las músicas de los celestes gandharvas, cantando la gloria del Absoluto.